22 febrero 2010

Qué bien cuando se levanta el día con un poco de luz.
Parece que los inconvenientes son menos, más débiles.

Hoy me late el corazón con algo más de fuerza.
Me he fijado en los pequeños detalles y en todas sus aristas.

Anuncio de primavera

Mi vida está hecha de noches,
de lágrimas de estrellas, de lunas
frías y silenciosas.
Como un ángel de las tinieblas
se acostumbraron mis ojos a las calles
oscuras, a la penumbra de los bares,
a la luz, de neón, artificial.
Gentes, recién llegadas de la tarde,
aseguran que volvió la primavera
y en mi ropero sólo hay trajes negros,
presentimientos negros,
máscaras de amargura.
Señora de los Cielos Luminosos,
cuando no sea un maldito
me haré unas alas
—como Ícaro—
e intentaré volar al sol.

Javier Salvago

19 febrero 2010

La peseta


Diga que sí, señor Ánsar, no hay nada como defenderse de las críticas con el dedito corazón en alto... Eso sí, para definir su clase y altura personal como ex-presidente le sobra con lucir bufanda a la moda (?)

16 febrero 2010

El reparto

Carezco de paciencia.

Debe ser que cuando se inició el reparto de virtudes ésta (la paciencia) se agotó justo en el bebé que nació antes que yo. Apenas me tocaron unas cuantas migajitas, casi nada, lo imprescindible para esperar a que pase un coche y cruzar la calle.

Sin embargo, el saco que contenía la insatisfacción estaba lleno cuando tocaba mi turno, el señor que se dedicaba al reparto justo vino a tropezar frente a mi cuna y se desparramó todo encima de mi pequeña cabeza. Dale, este niñita se ha llevado la palma-le oí decir al tipo mientras se sacudía su abrigo. Y ahí me quedé, hasta las cejas.

Menos mal que a última hora de la mañana de mi primer día de verano (recuerdo el calor y la humedad que impregnaban el ambiente aquel inicio de quincena de agosto) alguien se acordó y me dio un buen baño. El jabón debía tener aroma de valentía y unas gotas de decisión. Quizá también algo de fugacidad.

Y coco, recuerdo el olor a coco.

09 febrero 2010

Marea

En tu saliva me hundo
Sin gestos, sin ruido

Me abrigo con tus dedos- Duermo en tu olor

Sé que viajo sobre la balsa de tu espalda, mareada y sola

Agarrada a la lejanía
Sin destino,
sin fin
sólo agua
y viento.
(...)

08 febrero 2010

Hembra

Hembra que entre mis muslos callabas
de todos los favores que pude prometerte
te debo la locura.

"El último hombre" 1984

Leopoldo María Panero

04 febrero 2010

Oratoria presidencial y bastardos

El Deuteronomio,
nada tiene sentido si unos explotan
a los otros.

Nada sigue el camino correcto
si permitimos que se imponga únicamente
una moral basada en apretar el pie contra los cuellos

Que no se callen las voces que piden justicia
que gritan sus derechos
(aunque nadie les haya explicado
el significado)

Nada sobrevive si no conseguimos salvarnos.

Nota mental: y sí, es imbécil. Vender chaquetas que no valen lo que dice y defender que nos echen a la calle sin contemplaciones. AD, te has cubierto de gloria.

03 febrero 2010

En el día del amigo

Nunca los he contado. Ni con los dedos de una mano ni con los dedos de la otra. No hace falta.

Están ahí porque se les necesita, porque saben cuándo tienen que llegar. Aparecen, se sientan a mirarte y el mundo cambia de canal. El mal no desaparece, claro, pero se hace menos doloroso, se difuminan sus rasgos, se evapora su mal olor. Llegan, te escuchan, te abrazan, comparten tus lágrimas y dividen sus fuerzas. Te sujetan las rodillas y te vuelven a poner en marcha, dan cuerda a tu espalda y te aligeran el peso.

Y caminas, de nuevo. Sin dejar de arroparte con su abrigo, sin olvidar que mañana serán ellos quienes tiriten de frío.

Y allí estarás tú. Con las palabras de consuelo y las fuerzas en la maleta, para abrigarles.
Para decirles, ahora, que ésto o aquéllo no merece su amargura.



Me gusta cuando compartimos. Cuando la única explicación necesaria no existe. Cuando sabemos, a lo lejos, todo lo que hay que saber.

Qué suerte saber que siempre hay alguien al otro lado, en la siguiente esquina, para darte un beso que no te esperas.


02 febrero 2010

Si el amor, como todo, es cuestión de palabras,
acercarme a tu cuerpo fue crear un idioma.

Luis García Montero

01 febrero 2010

Up in the air


No hay nada mejor que mirar desde las alturas para encontrar una perspectiva diferente de la realidad. Allí abajo todo se convierte en minúsculo. Las calles son minúsculas, los coches, las casas, las aceras, las tiendas, la gente. También los problemas, las risas, las lágrimas, las broncas tras la cerradura, las pesadillas y los insomnios. Todo es diminuto, pequeños puntitos negros que se mueven a toda velocidad, susurros, aire.

Me senté en la butaca del cine y escuché.
Abrí bien los ojos y facturé en cien aeropuertos.
Arrastré mi mochila cargada de cosas y descubrí, de nuevo, que ya no quedan miserias humanas que inventar.

Ya hemos inventado todas.

Nota mental: quién no quiere despertar junto a él.