Allí donde al despertar sólo se ve el mar.
Donde el aire de la mañana huele a piña y a vainilla.
Un lugar en el que el cuerpo vive de la sal y donde observar a los peces se convierte en deporte.
Allí, donde pensar en nuestra vida supone realizar un enorme ejercicio de imaginación.
Nota mental: recordar regresar.
3 comentarios:
Soy un enamorado del mar y como navegante soñador me gustaria dar la vuelta al mundo pero temo el regreso ¡ los sueños son efimeros........Juancar
Sí, más vale regresar, qué luego llegan los huracanes :)
un lugar llamado pez, que no pescado, que no es lo mismo. igual que no es lo mismo txitxi que vaca.
es la última explicación de mi prima de 4 años, al ver el título me he acordado.
un beso grande!
maria iciar
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