El mes de junio se me antoja un mes tonto. Es el preludio del verano pero sin serlo. Aparece, arrollador, con su calorcito y sus piscinas, con sus días largos y sus noches de cervezas. Llega, socarrón, abriendo la puerta de casa con una media sonrisa y nos recuerda, de sopetón, que aún nos quedan dos meses para irnos de vacaciones. Vaya mes éste. No tiene remedio.
Vivir un proceso de metamorfosis no es tan raro.
Me disculpo con la sensación de ser incapaz de luchar contra una suerte de intimismo que me llena. Siento algo invisible que me impide convertirme en palabras. Llegará un buen día para eso, pero no es hoy.
Nota mental: cuando termine este mes prometo raptar a alguien y llevarlo al mar.
1 comentario:
No me importaria que me raptases a mi para ir contigo al mar
juancar
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