23 junio 2008

Lunes al sol


Hace un calor que adormece las neuronas, aletarga las siestas y enmudece la garganta.
Llegan las temperaturas en las que sólo existe el consuelo si es de viaje.
Siento que me ocurre como a los niños que perciben la cercanía del fin del cole...me invade la ansiedad del descanso continuado...en otro sitio. Sin despertador.
Nota mental: confieso que anoche me quedé sin voz animando a los de rojo.

2 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

Pues menos mal que perdiste sólo la voz. La madre de Casillas perdió el conocimiento cuatro minutos jjj

María Waleska dijo...

Te aseguro que si yo fuera la madre de Casillas también lo habría perdido...