31 octubre 2008

Por la lentitud del tiempo


Me invento los caminos para no llegar a ninguna parte. Quizá para ni siquiera comenzar el paseo. Doy vueltas sobre mis pies y en cada giro veo las mismas esquinas, la misma pared. No avanzo porque me invade el sueño antes de comenzar. No apuro el tiempo para no atragantarme.




Esa sensación de que todo se mueve deprisa. Sin pausa.




La percepción de que hay años que han corrido la maratón sin descanso.


Han llegado, ocurrido y muerto.




Saludamos a un nuevo mes. Un mes que no me gusta. Que me resulta gris y algo vacío. La antesala del futuro, del que falta por estrenar. Aún así, le damos la bienvenida, para que no se asuste y nos deje cosas que vivir.




Que sea lento. El transcurrir del tiempo.


Que pueda aspirarlo y quedarme un rato notando su sabor.

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