Pasan las horas y no sale el sol.
Tiembla la tierra y se agita el mar. Caen sueños y mueren vidas.
En otra parte, alguien se sienta frente a un cuaderno y mira la punta del lápiz. Lo recuerda, toca su olor, el dibujo de su boca, el contorno de si misma cuando está a su lado. Escribe un par de palabras mientras se bebe el silencio, desterrando el buen destino que pasa de largo, que la evita.
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
(...)
Yo te enseñe a besar: los besos fríos son de impasible corazón de roca, yo te enseñé a besar con besos míos inventados por mí, para tu boca.
Gabriela Mistral
2 comentarios:
Pero qué cosas tan lindas escribes... Un besazo.
Gracias :)
Publicar un comentario