
Recuperar la sintonía de la rutina tiene ciertas ventajas.
Dormir con la propia almohada, por ejemplo.
Y saber, ciertamente, que despiertas en territorio conocido.
Bienvenidos humanos a esta nueva excursión. Agarren sus mochilas a la espalda, que nos vamos.
1 comentario:
¿En qué momento se convierte la almohada en nuestra? Llevo meses con una nueva, y todavía siento que no es la mía.
Bienvenidas...
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