02 mayo 2008

Calma


Definitivamente ha llegado el buen tiempo. Y así, mi edredón, compañero de buenas noches y de alguna pesadilla, ha pasado a mejor vida. Descansará hasta dentro de unos meses, bien dobladito en una bolsa, esperando a que tengamos fotos de las vacaciones de verano por guardar en el álbum.


Me sobran pistas para intuir que llegarán grandes días. Una vez escalada la montaña, sorteadas las rocas afiladas y agotados los pulmones, sólo me queda la paz del descanso. Quizá en la cima me quede dormida al runrún de un viento fresco y suave. Desnuda, necesitando los rayos del sol, descubro un poco de calma. Cierro los ojos y lo único que siento es el crujir de alguna hormiga trepando por una hoja.
En el silencio, llegan mis recuerdos y juntos, esperamos.


1 comentario:

Soniquete dijo...

La lluvia ha llegado justo a tiempo, por estas tierras del norte. Ha esperado cuatro días en los que nos ha permitido ver el sol y ahora...las nubes, el viento y la lluvia se han puesto de acuerdo para un fin de fiesta.