06 mayo 2008

La Isla


No cuentes conmigo-dice el señor de sonrisa gris y flequillo al viento.

No te olvidaré...mucho...-responde el otro con una mueca de felicidad oculta tras la barba.


En el aire y en las portadas del martes sólo permanecen las mentiras asumidas y la batalla perdida. Se marcha, cerrando de un portazo y dejando al que queda sin las sombras. El príncipe se queda en el camino, sin escolta, sin armadura. Con la inminente presencia de un rival de pelo rubio que le sopla en la nuca.


Chau-chau.
Bye Bye, Ángel Acebes.


Nota mental: sólo abandonar el barco cuando la playa que se divisa tiene suficientes palmeras como para disponer de sombra durante largo tiempo. Y cocos, para saciar la sed.

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