Noche de sábado con sabor a gambas y a bocas de mar. Tertulienses de a pie arreglando el mundo a eso de las cuatro de la mañana. Llaves abandonadas a su suerte y desayuno casero a cuatro. Han llegado aires ministeriales procendentes del Reino y ha resurgido el calor perdido estos días.
Qué bien abrazaros. Una se siente como en casa, a vuestro lado.
Mañana lunes, retorno a las andadas.
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