17 abril 2008

Paladar


Por la noche, al lado del teléfono-despertador siempre se ve un libro. Permanece ahí cada noche, esperando a que la paciencia televisiva se agote. O viaja en maletas y se desplaza en el bolso que toque ese día. Despúes, termina en la estantería o en manos amigas.

La historia se repite una y otra vez, año tras año, casi de manera natural. ¿Por qué leer este libro y no otro? ¿Habremos desperdiciado el tiempo? Inquieta la respuesta porque da miedo descubrir la pertenencia a ese gran grupo de consumidores globales, la masa lectora que engulle sin masticar.


Hay que aprender a saborear las palabras y las frases, las buenas historias. Y para eso hace falta paladar. O alguien que nos ayude a educarlo.


Dicho esto, huyamos de aquellos que creen que la calidad literaria es inversamente propocional a las ventas. Hoy, la prensa reflejaba la presentación del nuevo libro de Carlos Ruiz Zafón. Lo han calificado de show. No soportan que vendiera más de 10 millones de ejemplares de 'La sombra del viento' y que su nueva creación se espere con tanta expectación. Pues sí. Fue él quien creó personajes entrañables, quien hiló una historia emocionante y quien nos regaló el Cementerio de los Libros Olvidados, un regalo de corazón.


Nota literaria: hagamos un hueco en la mesilla. Hay sitio para todos.









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