La tarde calurosa me empujó a descubrir La vida breve. Aprender a escuchar a través de las paredes de mi casa. Imaginar la vida al otro lado del muro. Respirar el mismo aire que ellos respiran. Descubrir el tintineo de las copas y la suciedad de los gritos. El calor de las sábanas abandonadas y el ruido de la ducha.
Los finales inventados.
Resucitar tras un día ordinario sólo al pasar un par de horas con su buenhacer entre las manos. Sus palabras, sus historias, sus vidas. Los escritores y un buen libro.
Siempre desde el otro lado.
Me abandono a un par de días de descanso, con algunas páginas por leer y con sueño que vencer.
Mientras, recuerdo:
Nota informativa: el 30% de las mujeres consideran que tener un hijo les puede perjudicar en su trabajo. Me pregunto si hay derecho a estas alturas.
Los finales inventados.
Resucitar tras un día ordinario sólo al pasar un par de horas con su buenhacer entre las manos. Sus palabras, sus historias, sus vidas. Los escritores y un buen libro.
Siempre desde el otro lado.
Me abandono a un par de días de descanso, con algunas páginas por leer y con sueño que vencer.
Mientras, recuerdo:
Nota informativa: el 30% de las mujeres consideran que tener un hijo les puede perjudicar en su trabajo. Me pregunto si hay derecho a estas alturas.
1 comentario:
Yo creo que en algo nos estamos equivocamndo. Quizá se trataría de plantearnos qué queremos hacer con nuestros hijos y cuánto tiempo queremos estar con ellos. Por que si queremos ser las mejores empresarias, o las mejores trabajadoras y las mejores madres y las mejores parejas...todo a la vez ¿No hay algo que chirría? Si no tenemos ni tiempo para nosotras (algunas trabajamos por las tardes)¿cómo vamos a tener tiempo para preparar comidas sanas para que crezcan sanos, o cómo vamos a educarlos en valores que los hagan ser firmes o cuándo vamos a acompañarlos en sus juegos o abatares? No vale con endiñarles los niños a los abuelos, y decidir que sean ellos quienes los van a educar.
Pienso que en un momento de nuestras vidas hay que elegir. Lo que ocurre, es que no tiene que ser siempre la mujer quien lo abandone todo por los hijos, puesto que los hijos son de dos.
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