Recojo el testigo de la semana y me siento incapaz de poner un poco de orden en todo este caos de argumentos. Hay tantas cosas de las que me gustaría hablar esta mañana que no sé por dónde empezar. Vamos a intentarlo.
La belleza, el orden y la imaginación: pisar los charcos bajo el cielo parisino huele a cursi. Y lo es. Pero no por adoptar esa cualidad deja de ser algo maravilloso. Qué ciudad tan elegante.
Como dice
http://www.laodiseadevivir.blogspot.com/, los grises preñan casi la totalidad. Pero hay matices. Y excepciones. A veces la escala de colores llega al azul o al verde, quizá al violeta o al rosa. Menos mal.
Los siete meses: que se callen los que critican sin sentido. Aquellos que sintiéndose dueños y señores de la sabiduría tienen la osadía de lanzar sus mediocridades por las ventanas. Así, sin más, dando rienda suelta a la insensatez y a la cobardía. Qué asco de falsos creadores de opinión, los propietarios de dogmas ridículos. Qué bien disfrutar de una estupenda barriga de siete meses. Qué bonita queda paseando frente a tanto uniforme.
Compañeras: deseamos suerte en los nuevos comienzos. Mucha suerte y valentía. Esperamos ver esas cabezas altas y decididas. Porque todo saldrá bien y nosotras podremos verlo. Y aplaudir, con muchas ganas.
Nota mental: retorno del país de nunca jamás, un poco más campanilla que de costumbre, con el beso de cenicienta aún en la mejilla izquierda y restos de algodón dulce en el cuello del abrigo. He paseado por el castillo y en alguna batalla he vencido al dragón. Le he dado el beso al príncipe guapo y hemos comido perdices.
Al despertar, sin corona ni duendes, con la manzana podrida en la mesilla, descubro que está nublado, que hay idiotas que critican a las mujeres embarazadas que pueden y saben dirigir, que algunos asesinan sin más y que ha muerto Chema-el panadero de Barrio Sésamo-. Hemos vuelto.
1 comentario:
Me gustan tus ideas ,serias, e infantiles a la vez .Esa mezcolanza de seridad y fantasia ,me parece muy bonita, volveré a leer tu blog
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